Vincular la Universidad al deporte. Esa es la clave, reconocida por numerosos expertos, del éxito del deporte en Estados Unidos, referente mundial en este ámbito.
Aquí -en España-, a pesar de que muchas Universidades tienen programas de “apoyo” al deporte de alto nivel, la UCAM fue la primera Universidad en apostar decididamente por vincular deporte y universidad, creando un modelo pionero a nivel nacional que ha supuesto un crecimiento exponencial de la entidad a nivel nacional e internacional. Un modelo basado en la tutorización personal al deportista, adaptándole la formación a su calendario deportivo, para que los deportistas de élite puedan llevar a cabo sus estudios sin que afecte lo más mínimo al rendimiento deportivo. Un modelo de éxito que ha recibido numerosos reconocimientos a nivel internacional, y que actualmente es beneficiario de una subvención de la Unión Europea para ser desarrollado en distintas Universidades en el extranjero.
Ahora bien, ¿qué hacen la Universidad de Murcia, la Politécnica de Cartagena y el resto de Universidades al respecto? ¿Por qué sigue habiendo deportistas que ven mermadas sus posibilidades de rendir a alto nivel en el deporte y estudiar en la Universidad?
Un ejemplo: Amanda Cano. Amanda es una atleta de 21 años. Ha sido 9 veces internacional con la selección española en pruebas de marcha atlética, y actualmente ocupa el 8º puesto del ranking nacional absoluto en la prueba de 20km marcha, una prueba donde España es una de las primeras espadas a nivel mundial. Además de entrenar, Amanda estudia la carrera de Medicina en la Universidad de Murcia, donde no recibe ningún tipo de adaptación en su día a día que le pueda ayudar a optimizar su rendimiento.
Actualmente, a sus 21 años y sin ningún tipo de ayuda, Amanda se encuentra a escasos 2 minutos de la marca mínima para asistir a los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016, y en la Universidad rinde a un nivel más que destacable. ¿Qué pasaría si Amanda recibiera por parte de la UMU el trato que merece un deportista que dedica los mejores años de su vida a representar a España a nivel internacional? ¿Qué pasaría si la UMU le concediera, a ella y a todos los deportistas en su situación, una serie de adaptaciones para poder compaginar estudios y deporte?
El éxito del modelo deportivo de la UCAM, reconocida a nivel nacional como la “Universidad del Deporte”, radica en que desde el primer hasta el último trabajador son partícipes del éxito de cada uno de los deportistas que forman la Universidad. ¿Acaso no sería un éxito tanto para la UMU como institución como para la Facultad de Medicina y sus docentes que Amanda consiga los éxitos que se propone?
¿Por qué no dejamos de un lado las cosas que nos dividen y empezamos a trabajar en cosas que pueden unirnos? ¿Por qué la UMU, la UPCT y el resto de universidades no pueden llevar a cabo un proyecto como el de la UCAM y ayudar así al deporte español a que siga estando en la cima mundial?
Hoy he nombrado a Amanda pero, por desgracia, su caso no es el único.
Pongamos todos de nuestra parte y ayudemos a que los deportistas puedan formarse de manera adecuada.
Allanemos su camino.