¿Los españoles somos vagos?, ¿nos tomamos muchas vacaciones?, ¿nos gusta trabajar lo menos posible?, ¿somos inactivos deportivamente?
Una encuesta realizada por la compañía mundial de fabricación de sistemas de navegación llamada TomTom, muestra que los promedios de ejercicio en España con respecto a Europa son de 131 días al año, situándonos en el segundo puesto.
Una encuesta de hábitos deportivos en España asegura que la práctica deportiva en nuestro país creció un 9,2% desde 2010. Esta misma encuesta confirma que 68,2% de la población inició su actividad deportiva antes de los 15 años, el 19,1% entre los 15 y 24 años, el 9,1% entre los 24 y 44 años y únicamente el 3,7% empezó a hacer deporte con más de 45 años.
El paso de España por los juegos olímpicos en Rio de Janeiro de 2016 supuso un gran paso para nuestro país en el deporte. Nuestros deportistas se despidieron de Rio de Janeiro con 17 medallas siendo 7 de oro, 4 de plata y 6 de bronce. Nuestros ganadores de las medallas de oro fueron:
Mireia Belmonte, Rafa Nadal junto Marc López, Carolina Marín, Maialen Chourraut, Marcus Cooper Walz, Saúl Craviotto junto a Cristian Toro y Ruth Beitia.
Gracias a nuestros campeones de los Juegos Olímpicos, año tras año España se acerca cada vez más a la cima y mejora su imagen frente a los demás países.
Los deportes que más se juegan y de los que más se hablan en los medios de comunicación en España son el fútbol y el baloncesto. El fútbol es el deporte más predominante del país. Aunque ambos son deportes «populares´´ mundialmente, la gente se ha involucrado más por el fútbol que por cualquier otro deporte. En los medios de comunicación (radio, televisión e internet sobre todo), solamente hablan del fútbol y de la vida privada de sus jugadores.
La información deportiva, en ocasiones tiene mayor relevancia mediática que la política. En España el diario más leído es el Marca. Esto refleja el mayor interés de la sociedad española por el fútbol que por cualquier otra noticia.
Pienso que esto también tiene sus aspectos positivos y que podríamos aprovechar «la fama´´ de los deportistas para hacer otras cosas, como por ejemplo dar discursos en universidades o institutos para motivar a los estudiantes que quieren estudiar y animar a los otros a que lo hagan explicándoles siempre que pueden ser lo que quieran.
