«El despertar más amargo»: hace falta mucho más que dejarme fuera de unos Juegos para hacerme tirar la toalla, porque sé que lo mejor está por llegar. Porque estoy seguro de que os voy a devolver todo vuestro apoyo. Porque queda mucho por correr, porque quedan muchos sueños por cumplir. Porque, pase lo que pase, siempre seguiré corriendo tras un sueño…
El pasado martes se confirmó la noticia: no iré a los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
Era una noticia que ya me esperaba, ya que no había conseguido la marca mínima que exigía el Comité Paralímpico Español para clasificarse para los Juegos; una marca totalmente fuera de la lógica, que a nivel mundial en la temporada 2015 no consiguió ni el campeón del mundo.
Ha sido un ciclo olímpico espectacular. En octubre de 2012, al volver de los Juegos de Londres y gracias al apoyo de HIMOINSA -mi primer patrocinador y el que ha tenido la mayor culpa de todos mis éxitos- tomé una de las decisiones más importantes en mi vida personal y deportiva: marcharme a Madrid al Centro de Alto Rendimiento. La experiencia en Madrid fue increíble: conocí a gente extraordinaria, crecí muchísimo a nivel personal y deportivamente pude convivir con muchos de los mejores deportistas de este país.
Durante mi estancia en Madrid tuve la suerte de seguir encontrando apoyos, como fueron la UCAM, Skechers, RannersMurcia, Óptica Iniesta y todas las empresas que han ido confiando en mí y que ojalá lo sigan haciendo.
El bagaje a nivel deportivo internacionalmente ha sido más que positivo: cuatro medallas en campeonatos de Europa y cuarto clasificado en un campeonato del mundo, además de un récord de España. Pero las lesiones continuas durante mi estancia en Madrid me quitaron una continuidad que al final ha sido decisiva para no lograr subir el más importante de los escalones: llegar a mis segundos Juegos Paralímpicos.
Cuál fue mi sorpresa cuando el martes, al comunicar la noticia en mis redes sociales, obtuve innumerables muestras de cariño, de afecto, de reconocimiento. Quiero aprovechar estas líneas para agradecer absolutamente todos los mensajes tanto públicos como privados recibidos estos días, todas las llamadas, todas las muestras de afecto. Ha sido una caída, ha sido un golpe. Pero me habéis dejado claro que este golpe no es más que el principio de mi futuro éxito. Porque, como siempre digo, detrás de cada éxito hay cientos de fracasos.
Así que ahora toca descansar, desconectar y volver con más fuerza que nunca. Porque hace falta mucho más que dejarme fuera de unos Juegos para hacerme tirar la toalla, porque sé que lo mejor está por llegar. Porque estoy seguro de que os voy a devolver todo vuestro apoyo. Porque queda mucho por correr, porque quedan muchos sueños por cumplir. Porque, pase lo que pase, siempre seguiré corriendo tras un sueño…
¡Millones de gracias a todos!