El pasado domingo César Bona, finalista en el Global Teacher Prize -considerado el premio más importante a nivel mundial para los maestros- en 2014, hablaba en el programa Chester in love de las que, en su opinión, eran las claves en la educación.
El maestro Bona, diplomado en Educación Primaria y licenciado en Filología Inglesa, hablaba con Risto Mejide de conceptos como respeto, compromiso y responsabilidad social como algunas de las claves en la educación. También durante su entrevista comentaba la importancia de enseñar en las aulas a hablar en público y trabajar aspectos tan importantes como la inteligencia emocional o la capacidad de análisis y de decisión, y todo esto con un claro objetivo por parte del docente: encontrar el talento que hay en cada niño.
Hablando del bullying, César argumentaba que fomentando los aspectos anteriormente mencionados y empleando más horas de la jornada escolar en hacer que los alumnos se conozcan y empaticen se está demostrando que este fenómeno se reduce drásticamente.
Ahora bien: ¿qué papel puede tener el deporte en este aspecto? En mi opinión el deporte es compromiso, es respeto, es confianza, es responsabilidad, así como fomenta directamente el trabajo de la inteligencia emocional y la capacidad de decisión en momentos clave.
Pero, ¿de qué manera se puede potenciar el deporte como herramienta educativa? Muy sencillo: desde la materia curricular de Educación Física y con la herramienta necesaria de las actividades extraescolares dirigidas o controladas por los propios docentes.
Es curioso que en un momento en que la sociedad lo que más demanda son valores como el trabajo en equipo, el respeto y la empatía, el trabajo de los profesores de Educación Física cada vez sea más difícil, especialmente por la escasa carga lectiva de la materia.
¿Creen que si desde los propios centros educativos se organizasen ligas internas de fútbol, baloncesto, balonmano y otros deportes de equipo así como competiciones de deportes individuales en las que cada alumno sume puntos para su clase con sus resultados, por ejemplo, no se fomentaría absolutamente todo lo comentado por César Bona y compartido por un porcentaje altísimo de nuestros docentes?
¿Creen de verdad que los docentes no están dispuestos a involucrarse al 100% en este tipo de acciones? Fíjense, desde Raquel y el equipo directivo del CEIP Nuestra Señora de Loreto (donde cursé Educación Primaria), pasando por José Juan y todo el equipo docente del Colegio Sagrado Corazón (donde cursé secundaria) y por Rafa o Germán (mis profesores de Educación Física en Bachillerato), absolutamente todos han seguido mi evolución personal y deportiva. Todos sabían que era, dentro de mi aula, uno de los alumnos más torpes en Educación Física, pero que me encantaba. Todos me brindaron su apoyo, todos me acompañaron en el camino, me empujaron a no dejar de intentarlo. Al volver de Londres 2012, habiendo cumplido el sueño de cualquier deportista, disputar unos Juegos, les aseguro que la sensación de satisfacción que podía percibir en cada uno de ellos era sencillamente extraordinaria. El éxito era también suyo, y lo percibían como tal.
Dejemos a los profesores actuar, decidir, ayudar a educar y a enseñar a nuestros niños. Dejemos a nuestros docentes acompañar a nuestros hijos hacia su futuro.