Como bien dice Lorenzo, debemos ganar un partido, pero…no cualquier partido, sino el de nuestras vidas.
Así hicieron esas valientes personas que sufrieron el famoso atentado en Francia.
Pero ante todo el sufrimiento, el miedo, y la impotencia, la afición se supo unir a una y aun sabiendo lo que pasaba fuera, pudieron hacerle frente al miedo y a la maldad, dejando atrás la competitividad entre los dos equipos cantando todos juntos La Marsellesa, representando que al fin y al cabo lo que finalmente nos acaba uniendo es el deporte.
Por eso no vale de nada que en el deporte haya mal ambiente, porque al fin y al cabo en estas situaciones tan difíciles tenemos que unirnos al máximo entre todos y ponernos en la piel del que necesita ayuda.
Y aunque ya sabemos que es difícil que estas personas tan crueles cambien radicalmente su forma de pensar y de hacer el mal por todo el mundo, podemos ayudar un poquito cada uno uniéndonos al que más lo necesita y ayudar a las zonas destrozadas por atentados como este o incluso peores.
Estas personas han demostrado que fueron valientes y se atrevieron a enfrentarse a lo difícil usando de ejemplo la esencia del deporte, siendo lo principal el compañerismo, la unión y la fuerza no de uno solo sino de todos y cada uno con su propia aportación y su propio toque de superación.
Y así es, SUPERACIÓN es la palabra, es la palabra que ha florecido en todas las personas afectadas por este golpe.
Porque está claro que la ciudad se derrumbó por completo, pero ante todo han sabido levantarse y seguir adelante para luchar y vivir por y para el deporte y para toda esa valiente afición que hay detrás de cada partido, de cada gol, de cada victoria y de cada derrota.
Porque el deporte es la fuerza de cohesión que nos debe unir.