Empieza el baile. Llega el momento de disfrutar, de cambiar entrenos duros de carga por competiciones y entrenos de calidad. Llega el momento de la verdad: empiezan las competiciones.
Ha sido una temporada bastante difícil en todos los ámbitos , quizás la más difícil de mi vida deportiva. La ausencia en Rio 2016, precedida de unos meses muy duros en los que, por diferentes factores, el rendimiento estaba muy por debajo de lo esperando, provocó que mentalmente entrase en barrena, perdiendo el control en los primeros meses de la nueva temporada. Esta pérdida de control, además de consecuencias psicológicas y físicas, tuvo como resultado una temporada invernal catastrófica.
Al terminar esta temporada invernal, y tras reflexionar sobre lo sucedido, tomé la decisión de que era el momento de hacer cambios. Empecé cambiando de residencia, volviendo a mi domicilio familiar, para seguir cambiando de entrenador. Estos cambios me hicieron replantearme los objetivos de la temporada, que a partir de ese momento serían volver a disfrutar del atletismo, conseguir nuevamente un buen estado de forma e intentar estar en el Campeonato del Mundo.
Fueron pasando las semanas, y las sensaciones, mejorando a pasos agigantados. Un cambio en la forma de entrenar y entender los entrenamientos, unido a una dieta que me hizo perder alrededor de diez kilos, hicieron que llegara a mayo con unas sensaciones que en nero no podría ni imaginar: haciendo marcas personales en entrenamientos en diferentes distancias, mejorando valores en velocidad y fuerza y psicológicamente al cien por cien.
Con este cambio radical de situación, el pasado domingo 14 me enfrentaba a mi debut competitivo en la temporada de aire libre de este año, en el mítin internacional de L’Hospitalet, en Cataluña. Sabía que estaba preparado para hacer una gran competición, pero que el viaje, la falta de ritmo competitivo, y la planificación -orientada a conseguir el pico de forma a mitad de julio en el mundial- podían afectar al resultado.
El resultado de la competición fue peor del esperado. El fuerte viento en contra, unido a sendos fallos en la salida tanto en la prueba de 100 como en la de 200 metros, hicieron que las marcas en ambas pruebas estuvieran por debajo de lo esperado.
Aun así, las marcas obtenidas, especialmente en la prueba de 200 metros, sirvieron para conseguir confirmar de manera definitiva mi presencia en el Campeonato del Mundo de este verano, que se celebrará en julio en Londres, siendo el tercer campeonato del mundo en el que participo.
A partir de ahora quedan unas semanas en las que, además de las distintas competiciones en las que tomaré parte -en Alicante, Paris o Burgos, entre otras-, tendré que mejorar en distintos detalles, especialmente en la salida, con el objetivo de conseguir estar en el mundial peleando con los mejores atletas del planeta por quinto año consecutivo. Para ello, gracias a la ayuda de mis patrocinadores y colaboradores, me desplazaré en pocas semanas a Madrid con el objetivo de trabajar de manera intensiva junto a mi nuevo entrenador.
Llega la hora de la verdad. Llega el momento de disfrutar.