Cuando naces destinado al dolor, ser feliz parece una mentira. Y lo intentas, una y otra vez, intentas buscar algo que te mantenga en pié, algo que te llene de confianza y te haga querer comerte el mundo. Para mí, ese algo fue el baile, bailar me salvó la vida y me la sigue salvando cada vez que me pierdo a mi misma. Cuando bailo, todo desaparece, sólo existe la música y yo. Es impresionante lo que puede causar hacer lo que realmente te gusta, sentirte agusto haciéndolo, sentirte libre. Lo que trato de decir con todo esto es que vivas, ¡vive joder!, sal a la calle y comete el mundo, haz lo que te apetezca y lo que más desees, no escuches ni hagas caso a la gente que te diga que no serás capaz de conseguirlo porque tú no tienes que creer en ellos, tienes que creer en ti. Cuando creas en ti, tendrás la mitad de todo ganado.
Y es que para ser sinceros, no he visto a nadie más feliz que a una persona que lo tenga todo, no os equivoqueis, porque no hablo de nada material. Cuando digo <>, me refiero a pasion, libertad, amor, confianza y ganas, sobre todo ganas, porque con ganas, puedes conseguir todo lo que te propongas. Porque sí, porque tú lo vales, porque eres fuerte y puedes con todo y con todos. Puedes vencer a las inseguridades, a esa gente que en vez de apoyarte te llena la cabeza de pájaros que no saben volar, puedes contra los obstáculos y adversidades de la vida, porque perdona que te lo vuelva a repetir, pero tú puedes con todo. Así que levantate, lavate la cara y lucha. Y si fracasas, ¡no importa!, sigue luchando hasta conseguirlo porque te aseguro que cuando lo consigas, ningún otro placer se comparará con ese. Porque la magia, está en el alma y fracasarás el 100% de las cosas que no intentes.