El pasado fin de semana se disputó el Campeonato de España de atletismo adaptado en Burgos.
Esta competición, último test importante antes del campeonato del mundo -que se celebrará en Londres, Reino Unido, del 14 al 23 del próximo mes de julio-, suponía en mi caso un punto y aparte en la planificación del entrenamiento: pasábamos de la fase de carga a la fase competitiva.
La primera prueba que disputé fue la de 200 metros lisos, que se celebró en la tarde del sábado. Fue una carrera buenísima, con grandes sensaciones de principio a fin, que invitan al optimismo para estas semanas. El fuerte viento en contra en mi serie, concretamente -1.7, impidió una gran marca, pero las sensaciones tanto mías como de mi entrenador fueron más que satisfactorias. El resultado final fue una marca de 24”26 y el título de campeón de España en la prueba.
La mañana del domingo empezaba con un importante contratiempo en mi caso, ya que un dolor constante en el estómago me impedía poder estar al cien por cien. Aun así, el calentamiento para la prueba de 100 metros, la primera que disputaría esa mañana, resultó bastante satisfactorio. Después de una intensa fase de carga, las piernas empiezan a responder. En carrera, unos primeros metros bastante buenos, seguidos de una progresión brillante pero unos últimos metros muy mejorables que, unidos al leve viento en contra, en este caso de menos de un metro por segundo, hicieron que no fuese posible romper la barrera de los 12”, y terminé con una marca de 12”02, la mejor marca legal en competición realizada por mí desde los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 -donde establecí mi marca personal y actual récord de España en 11”79-, lo que hace presagiar que, si estas semanas no hay contratiempos, podré estar en el mundial luchando por estar cerca de conseguir una nueva plusmarca nacional. Con estas grandes sensaciones y un nuevo título de campeón de España, que sería el segundo del fin de semana, afrontábamos la última prueba del campeonato: los 400 metros lisos.
Esta última prueba decidíamos enfocarla más como una serie de entrenamiento que de competición, ya que esta temporada la decisión había sido centrarnos más en las pruebas de 100 y 200 metros. De este modo, la estrategia para el 400 era hacer un primer 200 a intensidad submáxima y el segundo 200, en agotamiento, intentar no desfigurar la técnica de carrera aunque el ritmo bajase considerablemente. Las sensaciones en esa serie de 400 metros fueron raras, con un paso en 25”0 y un final más que difícil, en el que se evidenció que esta prueba no la he entrenado en absoluto este año. Resultado: 58” y mi tercer título de campeón de España.
En resumen, un campeonato con unas sensaciones más que positivas y que invita al optimismo a tan solo tres semanas del campeonato del mundo, tres títulos más de campeón de España, siendo ya trece en total los que acumulo, y muchas ganas de demostrar en Londres el trabajo realizado esta temporada