El partido de mi vida sería el sacrificio constante que implican todos los deportes realizados y, que a pesar de todos los momentos difíciles, nos ayuda a mejorar, superándonos a nosotros mismos.
Hace un tiempo, cuando tan solo tenía 5 años, descubrí el deporte que más me apasionaba; la gimnasia rítmica.
Por lo que un gran ejemplo de sacrificio, relacionado con lo que más me gusta, es el conjunto de la Selección Española de gimnasia rítmica, ya que es un deporte que requiere gran esfuerzo, interés, empeño y sobre todo, mucho tiempo, tanto como para los duros días de 8 a 10 horas de entrenamiento, como para poder compaginarlo con los estudios.
Las gimnastas comenzaron un nuevo ciclo olímpico lleno de nuevas ilusiones y nuevos montajes. Pasaron los cuatro años de ese nuevo ciclo y llegó el momento de demostrar el trabajo diario, en el que en tan solo 150 segundos debían plasmarlo, para así poder ganar una medalla en Rio 2016, pero sobre todo, para conseguir el reto propuesto; conseguir hacer los diferentes pases perfectos, sin fallos.
Fue un año duro, muy duro, con muchos altibajos, hasta el punto de llegar a plantearse la retirada, poco antes de que se celebraran los juegos olímpicos. Pero, con mucha más fuerza siguieron adelante, superando muchos obstáculos, entre ellos muchas lesiones.
Llegó el día de la final y eran las primeras en actuar. Tras su sacrificio y constancia se pudo ver que, la ilusión, las ganas y el trabajo bien hecho había quedado plasmado, pero con un sabor agridulce, una plata con sabor a oro. Ya que en ocasiones, desafortunadamente, los agentes externos influyen y en este caso, las jueces así lo decidieron.
En mi opinión, el objetivo de todo lo citado anteriormente y tras haber vivido en primera persona el esfuerzo que conlleva este deporte, en compaginar la práctica deportiva con los estudios, aunque no de una forma tan intensa, puedo reconocer que el problema de esta disciplina es que no todas las personas son conscientes del esfuerzo que esto implica.
Además, tal y como anteriormente he señalado, los agentes externos también influyen, ya que las jueces deberían ser más justa y reconocer cuando el pase está bien hecho y no influenciarse por el nombre del club al que pertenezca cada conjunto, o respecto al ejemplo que he puesto, no influenciarse por el país que seas.
Es cierto que todo deporte supone un ejemplo de sacrificio, pero no debemos olvidar que todo aquel que siembra, recoge sus frutos.
Para finalizar, me gustaría escribir una frase de la Selección, la cual las define a la perfección; “El dolor es temporal, la satisfacción es para siempre”.