LA VIOLENCIA EN EL DEPORTE
Desde que tenía uso de razón, he sido un aficionado al deporte, más concretamente al fútbol. De ahí que me apasione ver todos los partidos de fútbol de mi equipo favorito que es el Real Madrid. Mi ilusión siempre ha sido conocer el Santiago Bernabéu, pero desde que veo en la televisión acontecimientos de violencia en campos de fútbol ya sea por parte de hinchas de mi equipo favorito como por parte del equipo contrario me pregunto; ¿merece la pena correr el riesgo de ir a ver a tu equipo favorito y tener alguna mala experiencia por encontrarte algún episodio de violencia futbolística?
Si lo pensamos lo único que se está logrando es que quede manchada la imagen de la afición por un grupo de personas que no saben comportarse, no sé si se mezcla deporte con política, pero el fútbol no entiende de ningún partido político, solamente de disfrutar de noventa minutos con buenos jugadores de fútbol.
Muchos de los acontecimientos entre hinchas de equipos de fútbol acaban con varios heridos y en ocasiones con víctimas mortales, pero me sorprende, cómo no sólo la violencia se da entre los hinchas sino también últimamente hacia los árbitros y lo puedo contar desde mi propia experiencia ya que he vivido algunos episodios de este tipo. He jugado muchos años en la escuela de futbol y mi equipo y yo hemos sentido pena y vergüenza de ver a padres de los niños del equipo rival como insultaban al árbitro por no pitar alguna falta que ellos consideraban como buena para aumentar su marcador, pero que seguramente el árbitro no lo consideró así y no entendían que era un simple juego de niños y debían dar ejemplo.
Uno de los casos que me impactó fue el ocurrido en Zaragoza el pasado veintiocho de enero de este mismo año en el que dos padres fueron detenidos por insultos racistas hacia un árbitro en el que tuvo que intervenir la policía.
Desde mi punto de vista, el fútbol no entiende de culturas, idiomas, razas, ni política. Es por ello que considero fundamental el compromiso de todos a la hora de no volver a provocar algún suceso de este tipo y para que no volvamos a oír en ningún medio de comunicación noticias desagradables relacionadas con el deporte.
En definitiva, espero que el día en el que me decida a ir a ver algún partido de fútbol, merezca la pena el viaje y las ganas que tengo de ver a mis ídolos jugar un buen partido de fútbol sin incidentes y de sólo disfrutar el momento.