«La vergüenza del deporte»: Denunciemos a gente violenta y maleducada. Hagamos que el deporte sea sano también en las gradas. Fomentemos el respeto. Señalemos entre todos y echemos del deporte a quienes lo contaminan.
España, supuestamente un país del primer mundo, con un nivel socioeconómico medio en el ámbito internacional, con un sistema educativo en el que se invierten cada año cantidades impresionantes de dinero. Año 2016, una época en la que teóricamente, gracias a distintos avances sociales, parecen haberse superado todas las situaciones de discriminación por motivos de sexo, raza, condición sexual, condición física…
Pues bien, simplemente mirando en el año 2016, y entre los hechos más mediáticos nos encontramos con varios casos bochornosos. El primero de ellos nada más comenzar el año, en el partido de 3.ª andaluza juvenil entre el CD Barrio de la Cruz y el CD Cijuela, donde una chica árbitra de dieciocho años tuvo que ser hospitalizada tras ser agredida, teniendo que escuchar por parte del presidente del club local frases como «las tías no están capacitadas para arbitrar», mientras se reía a carcajadas a pesar de haberse producido una agresión y amenazas de muerte hacia una árbitra en su estadio.
En la última semana, también tenemos dos casos similares: El pasado 9 de septiembre la colegiada Marta Galego tuvo que suspender durante unos minutos el partido de segunda catalana entre la UE Valls y el Cambrils Unió, tras escuchar a un espectador mandarla «a fregar los platos» desde la grada. Después de avisar a las fuerzas del orden público y expulsar al espectador, el partido fue reanudado. El segundo caso en la última semana lo sufrió el colegiado Jesús Tomillero un día después que Marta, el 10 desSeptiembre, en el partido de la categoría infantil provincial entre el Atlético Zabal y el La Salle de Puerto Real (Cádiz), cuando un aficionado -que según denuncia el colegiado es también árbitro territorial de fútbol sala- , se dirigió a Jesús diciendo «retírate, que hay que ser maricón. Vete a Gran Hermano, chula», motivo por el cual el árbitro suspendió el partido hasta que el aficionado abandonó el campo. Este último hecho se ha agravado al denunciar el árbitro numerosas amenazas de muerte a través de Twitter.
¿Ese es el deporte que queremos? Me da realmente vergüenza. He sido árbitro de fútbol durante varios años en la Región de Murcia, y llegué en el último año en que lo fui a formar parte del grupo de árbitros asistentes de 3.ª división de Murcia, he practicado como aficionado multitud de deportes antes de practicar atletismo a nivel profesional. Y, ¿saben qué? Me avergüenzo de muchas de las personas que van a ver deporte en España: maleducadas, frustradas, irrespetuosas. Gente que aprovecha el anonimato que da estar en una grada para pagar sus complejos y frustraciones con árbitros o deportistas.
Acabemos con ese tipo de espectadores. Denunciemos a gente violenta y maleducada. Hagamos que el deporte sea sano también en las gradas. Fomentemos el respeto. Señalemos entre todos y echemos del deporte a quienes lo contaminan.
Acabemos, en este sentido, con la vergüenza del deporte.