Dos nuevas muertes. Esta vez en la maratón de Vías Verdes de Ojos, provincia de Castellón. Dos muertes más que sumar a una lista negra cada vez más amplia, y que no cesará de crecer hasta que no seamos todos conscientes de lo que supone realmente correr una maratón.
¿Pilotaría usted un avión sin conocimiento alguno de aeronáutica? ¿conduciría usted un Fórmula 1 sin saber cómo llevarlo? Si su respuesta a estas preguntas, como sucederá en el 99% de los casos, ¿por qué decide usted arriesgar su vida participando en una prueba para la que se necesita una gran preparación física, y haciéndolo de un modo irresponsable?
Hacer ejercicio físico, como demuestran numerosos estudios, es un hábito totalmente saludable. Pero es saludable siempre que lo hagamos con el asesoramiento de una persona cualificada, que tenga los conocimientos suficientes para no poner en riesgo nuestra salud.
Todos los aficionados al deporte alucinamos al ver las marcas con las que los atletas africanos ganan las grandes maratones a nivel mundial, y al ver que atletas españoles como Javi Guerra, Pablo Villalobos o Alessandra Aguilar consiguen unos registros estratosféricos en la mítica prueba de los 42 kilómetros. La trayectoria de éstos atletas y su capacidad para lograr esas marcas inspiran a mucha gente para ponerse unas zapatillas y empezar a correr, y eso es grandioso. Pero si hay algo que destaque a los deportistas profesionales es que desde el minuto cero estamos asesorados por nuestro entrenador, nuestros fisioterapeutas, nuestros médicos y una serie de personas que nos asesoran para poder optimizar el rendimiento sin que nuestra vida corra peligro. Y eso es lo que mucha gente no entiende.
Está claro que todos perseguimos mejorar, que todos queremos obtener el mejor resultado posible cuando nos enfrentamos a cualquier reto en la vida. Pero considero que es necesario pararse a pensar: En primer lugar, todos estos atletas son deportistas profesionales. Eso quiere decir que llevan una planificación completa de su entrenamiento, su descaso, su dieta y un control absoluto a nivel médico, lo que les permite entrenar al máximo nivel para intentar conseguir las marcas de las que estamos hablando.
Correr una maratón es un esfuerzo para el que, si no estamos correctamente entrenados, nuestro cuerpo no está ni preparado ni habituado. Es un esfuerzo que requiere que tu cuerpo dé el máximo de sí durante 3 horas.
Antes de empezar una carrera de este tipo el atleta debería ser consciente de la preparación que lleva, de la importancia de ponerse en manos de gente formada en el campo de la actividad física y el deporte. Y, durante la carrera, una de las claves para conseguir terminar con éxito una maratón es ser consciente del ritmo al que estás preparado para competir.
Es una pena tener que volver a escribir sobre este tema. Es una pena que siga habiendo víctimas en este tipo de pruebas. Pero la solución está en nuestras manos.
Seamos responsables. Evitemos riesgos innecesarios.