En los últimos años, la práctica del deporte popular ha experimentado un crecimiento exponencial. El deporte como ocio, como actividad física recreativa, se ha convertido en un fenómeno de masas.

Uno de los deportes que más se ha visto beneficiado con este crecimiento es el atletismo, con su vertiente popular en constante crecimiento del “running”. El ejercicio físico, como bien sabemos todos, es salud, es bienestar, es una mejora de la condición física que hace que el día a día de la persona que lo practica sea más llevadero. Pero el ejercicio físico también tiene sus riesgos. Un mal planteamiento del entrenamiento puede derivar en lesiones y, llevado a casos extremos, incluso ocasionar problemas graves de salud. Por ello es necesario una buena elección sobre la persona en la que confías tu preparación física, aunque se trate de un hobbie y no quieras obtener un alto rendimiento en la práctica del deporte.

De la misma manera que cuando tenemos problemas de visión vamos al oculista y no al carnicero, cuando tenemos problemas con el coche acudimos al mecánico y no al traumatólogo, cuando queremos un entrenamiento o una preparación física en condiciones debemos acudir a personas con experiencia y con formación en Actividad Física y Deporte. Y no me refiero a un curso de 20 horas de fitness o al típico monitor que dice que lleva toda su vida haciendo eso. La experiencia sin conocimiento no vale de nada.

¿Saben ustedes lo que es una planificación? Igual que en su trabajo, en su economía y en su vida diaria llevan una determinada planificación, a la hora de entrenar también es fundamental que todo el entrenamiento esté planificado. Y no vale con planificar las cosas de cualquier manera. Una mala planificación no solo te limita tu rendimiento, sino que puede causarte una lesión o un contratiempo que ocasione que no solo pierdas el tiempo invertido, sino que recuperarte te haga partir de un punto más retrasado del que estabas situado cuando empezaste a entrenar.

Señores, la gente invierte tiempo y dinero en formarse para algo. Y si hay una formación en el campo del deporte es porque se sabe que teniendo ciertos conocimientos el entrenamiento de una persona puede ser más efectivo y menos arriesgado. No confíen en quien les vende la moto con grupos grandes de gente, con materiales buenos, pero que les dice que la experiencia se la ha dado “el tiempo” “entrenar a mucha gente” o cosas así. Eso está perfecto, pero esa experiencia sin formación es un riesgo excesivo.

¿Y cuál es la solución? Por una parte una regulación seria en cuanto a la práctica deportiva, es decir, que no entrene a gente quien quiera sino quien tenga una serie de requisitos previos para poder entrenar de manera adecuada. Y por otra parte es necesaria su colaboración: acudan a gente titulada y con experiencia. No jueguen con su salud dejando su preparación física en manos de cualquiera. Dejemos que quien sabe trabajar haga su trabajo, y acabemos ya con los “fenómenos” del running, esos fenómenos que dicen saber mucho pero no saben ni lo que dicen, y se creen que por llevar una cantidad determinada de deportistas ya son buenos entrenadores.

Yo conseguí cumplir mi sueño gracias a mi equipo de trabajo, si eres capaz de buscar un equipo adecuado para ti habrás dado un paso importante hacia tu meta.

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