05/09/2012, este fue el día que me di cuenta de que el boxeo no era lo que de verdad me llenaba. Hacia un tiempo, estaba mal con la rodilla, pero yo aún convencida de que este deporte era lo mejor que me había pasado, fui a mi entrenamiento. Era la primera vez que me ponían a combatir contra una compañera mía, yo nunca pensé que era para tanto. Cuando empezó el primer asalto, iba con la presión de que tenía que ganar pase lo que pase, cuando subí al ring tenía que dejar los sentimientos atrás, el cariño, la compasión, todo lo dejaba ahí abajo. El último asalto fue el más duro, cuando ella se rindió, era duro pegarle y ver sangrar a una persona a la que tenías aprecio. Ahí fue cuando empezé a pensar en mi rodilla, la cual estaba enferma, me di cuenta de que arriesgaba a que se me rompiera por ganar un combate, que en verdad solo era de entrenamiento. Otras compañeras también combatían entre ellas y a unas les afectaba más que a otras, vi lo duro que era eso y preferí dejarlo, tanto por mi rodilla y porque ya no me gustaba tanto.
El boxeo es un deporte de combate en el que dos contrincantes luchan utilizando únicamente sus puños con guantes, golpeando a su adversario de la cintura hacia arriba dentro de un cuadrilátero especialmente diseñado para tal fin. Se mide por asaltos o rounds.
Entra en la categoría de deporte de contacto físico, rudo, para gente con carácter, violento, pero deporte al fin.
Otra de las cosas que más aprendí de este deporte fue el no tirar nunca la toalla, es decir, desde la esquina, el equipo de apoyo puede tirar la toalla si lo cree prudente para el cuidado del púgil; esto significa que el entrenador puede detener la pelea por completo en el momento que arroja su toalla, para señalar al arbitraje de esta decisión. Por lo que la frase “tirar la toalla” es equivalente a darse por vencido. Es increíble ver como aun así, mucha gente o incluso yo, iba perdiendo y siempre tenían la última esperanza de ganar el último asalto y no tirar nunca la toalla.
Al fin y al cabo, empezé con un objetivo, que era sentirme mejor conmigo misma, con mi cuerpo y desahogarme de todos los problemas que tenía y la rabia acumulada.
La conclusión es, no hagas algo por complacerte un tiempo, hazlo si de verdad te gusta y te llena.