Tras leer el artículo de Lorenzo, he llegado a la conclusión de que toda meta es alcanzable si se lucha por ello.
Yo siempre he tenido como meta poder dedicarme a lo que más me gusta en este mundo, que es dibujar. Quiero dedicarme a hacer y vender dibujos, crear obras que lleguen a los ojos de la gente, aunque sea mediante carteles de publicidad. Sé que es sacrificado, porque mi padre se dedica a esto mismo y a veces se pasa noches en vela porque tiene demasiados encargos de gente de todo el mundo, pero a mi no me molesta. Soy consciente de lo que conlleva dedicarse a la ilustración, y por eso ya estoy practicando para que cuando llegue el momento pueda aguantar y seguir dibujando con una sonrisa en la cara.
Pero no todo es bueno. También tengo mis problemas. Hay gente que infravalora a los dibujantes. Gente que piensa que esto no es un trabajo, sino un pasatiempo o afición. Gente que dice que no hay razón para «malgastar tu tiempo y tu vida de esa manera». Por suerte tengo otras personas muy importantes para mi que me apoyan y me ayudan a seguir adelante, porque hay veces que he llegado a odiar mis creaciones, mi estilo de dibujo, todo. Y todo eso por terceras personas que no sabían del tema.
Si algo te gusta y te llena, hazlo. Cualquier cosa que te propongas puedes lograrla si te aplicas y practicas siempre que puedes, con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro y con ganas de aprender, mejorar y superarte a ti mismo. Solo así consigues de verdad tus objetivos, porque para mí siempre hay un requisito a la hora de lograr algo: siéntete feliz y satisfecho. Si no te sientes así, siempre faltará algo para que de verdad sientas que has alcanzado tu meta.