¿Quieren de verdad ayudar a que su hijo sea un campeón? Fomenten que su hijo se divierta al máximo en cada entrenamiento o competición, fomenten el camino hacia el objetivo por encima de la consecución o no del mismo. Fomenten el fracaso. Si, han leído bien, fomenten el fracaso como camino hacia el éxito, traten de inculcar a su hijo que por cada veinte fracasos que tengan en la vida, tendrán un éxito. Y que el éxito solo vendrá si son capaces de aprender de cada uno de sus fracasos, de levantarse y seguir luchando. Fomenten en sus hijos el respeto a entrenador, compañeros, rivales y árbitros o jueces. Fomenten que su hijo sea alguien con principios, que piense, que decida y que actúe en base a ellos.

«Quiero que me digas cómo hacer de mi hijo un campeón», «Dime qué hacer para que mi hijo sea deportista profesional», «Quiero un entrenador que haga que mi hijo sea el mejor» y otras frases de características similares son habituales en la base del deporte por parte de algunos de los padres.

Por otro lado tenemos a los entrenadores, muchos de ellos olvidándose de que lo que tienen a su cargo son niños -deportistas en desarrollo, no deportistas de élite- y que, semana tras semana y en muchos casos, lo único que le trasladan a los deportistas es la importancia del resultado por encima de todo: Hay que ganar, vamos a ganar, necesitamos ganar, hay que conseguir ganar como sea.

Es alarmante la presión a la que estamos sometiendo a muchos de nuestros niños y niñas, una presión que indudablemente los conduce más a la frustración, a la ansiedad, al agobio y a abandonar tarde o temprano aquello que les suponga un reto -porque esta conducta a una persona, y más en su etapa infantil, no solo le afecta a un ámbito sino a todos aquellos en los que tenga que buscar su mejor versión-.

Por otro lado, esta conducta conduce al individualismo, a que el niño crea que el solo, sin la ayuda ni los consejos de nadie, puede hacer, conseguir y llegar a donde quiera. ¿Han hablado alguna vez con un deportista de élite para comprobar si lo que hacen con sus hijos se aproxima en algún punto a la realidad del deporte de alta competición? Una de las máximas de la gran mayoría de deportistas que conozco, y la mía propia, es que sin el trabajo de todo nuestro equipo -entrenador, fisioterapeuta, médico, psicólogo…- los éxitos serían imposibles. Mientras vosotros, estimados padres, estáis creando unos semidioses a los que ni entrenadores en el deporte, ni profesores en el colegio ni absolutamente nadie pueden corregirles o castigarles, porque en caso de hacerlo ya estáis vosotros para quitarles la autoridad, en muchos casos delante de los propios niños.

¿Quieren de verdad ayudar a que su hijo sea un campeón? Fomenten que su hijo se divierta al máximo en cada entrenamiento o competición, fomenten el camino hacia el objetivo por encima de la consecución o no del mismo. Fomenten el fracaso. Si, han leído bien, fomenten el fracaso como camino hacia el éxito, traten de inculcar a su hijo que por cada veinte fracasos que tengan en la vida, tendrán un éxito. Y que el éxito solo vendrá si son capaces de aprender de cada uno de sus fracasos, de levantarse y seguir luchando. Fomenten en sus hijos el respeto a entrenador, compañeros, rivales y árbitros o jueces. Fomenten que su hijo sea alguien con principios, que piense, que decida y que actúe en base a ellos.

Fomenten todos estos aspectos en su hijo. Si lo hacen, no le puedo garantizar que tendrán un hijo deportista de élite, un campeón en el deporte. Pero les garantizo que le estarán dando una lección de vida.

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