Termina 2016. Un año que empezaba para mí con la ilusión de cumplir un sueño, mi segunda participación en unos Juegos Paralímpicos, y que termina con la decepción de no haberlo podido cumplir pero con la certeza de que todo lo vivido me ha hecho crecer infinitamente a todos los niveles. Por ello, 2017 llega para mí cargado de retos, de proyectos y de ilusión

Termina 2016. Un año que empezaba para mí con la ilusión de cumplir un sueño, mi segunda participación en unos juegos paralímpicos, y que termina con la decepción de no haberlo podido cumplir pero con la certeza de que todo lo vivido me ha hecho crecer infinitamente en todos los sentidos.

Deportivamente hablando, a pesar de no ir a Rio, ha sido positivo: triple campeón de España, doble medallista en Campeonato de Europa y, por cuarto año consecutivo, he terminado en el top10 del ranking mundial. El hecho de no ir a los Juegos ha sido uno de los palos más duros de mi carrera deportiva, especialmente tras comprobar que estaba en condiciones de luchar por estar entre los primeros clasificados si hubiesen decidido llevarme. Tras pasar Rio, decidimos volver a mis orígenes, a las pruebas de 100 y 200 metros, con el objetivo de estar en el próximo campeonato del mundo -que se celebrará en Londres en julio de 2017- de nuevo entre los mejores del mundo.

 

En el ámbito personal, ha sido un año tremendamente intenso, con numerosos proyectos, iniciativas e ideas que me han hecho crecer enormemente en todos los aspectos. Unos proyectos de presente y de futuro, algunos ya en desarrollo y otros pendientes de retocar; y la mayoría de ellos centrados en dos sectores: el sector educativo -donde tengo que destacar el proyecto” Los alumnos opinan», que empezó en las últimas semanas de 2016 y en 2017 volverá con mucha más fuerza- y el sector de la discapacidad -donde estoy preparando un proyecto para desarrollar, con el objetivo de poner el deporte adaptado murciano en el lugar que merece, un proyecto en el que espero centrar mi futuro a medio y largo plazo y aprovechar mi experiencia, conocimientos y vivencias en el deporte a nivel mundial para desarrollar una serie de iniciativas a nivel regional a favor de los deportistas con algún tipo de discapacidad-.

 

Siempre diré, como leí en su día en un libro de Risto Mejide, que la esencia de la vida consiste en tener más proyectos que recuerdos. Por eso, a pesar de que muchos de estos proyectos no concluyan satisfactoriamente, no cesaré en intentar luchar por sacar adelante aquellos otros que me ilusionen, que considere necesarios o simplemente aquellos que me aporten algo positivo.

 

Por ello, 2017 llega para mí cargado de retos, de proyectos y de ilusión.

 

En lo que respecta a la competición, el reto del Campeonato del mundo me ilusiona tremendamente. Para intentar lograrlo, este año he vuelto al club de mis orígenes, el AD San Javier; y con el inestimable apoyo de la UCAM, la Dirección General de Deportes y el resto de mis patrocinadores, ya estamos preparando este desafío.

 Por otro lado, el nuevo año empieza con el estreno de «Los alumnos opinan» en formato bilingüe, con diversas conferencias y eventos por concretar y, sobre todo, con cientos de experiencias por vivir.

 Empieza un nuevo año, una nueva página en el libro de mi vida.

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